Pelo Malo

La película venezolana “Pelo Malo”, dirigida por Mariana Rondón, narra la conmovedora historia de Junior, un niño de 9 años que vive en un barrio popular de Caracas junto a su madre Marta, una joven viuda, y su hermano bebé. La trama se desarrolla alrededor del deseo obsesivo de Junior por alisarse su cabello rizado, al que despectivamente se refieren como “pelo malo”, para lucir diferente en la foto del anuario escolar. Este aparentemente simple deseo desencadena una serie de tensiones en la relación con su madre, quien ve con preocupación y rechazo los comportamientos que considera afeminados en su hijo. Marta, quien trabaja como guardia de seguridad y lucha diariamente por la supervivencia económica de su familia, se encuentra atrapada entre sus propios prejuicios y el amor por su hijo. La película aborda de manera magistral temas profundos como la discriminación racial internalizada en la sociedad venezolana, la búsqueda de identidad en la niñez, los roles de género y las complejidades de las relaciones familiares en un entorno urbano empobrecido. A través de la mirada inocente de Junior y sus interacciones con su abuela paterna, quien le brinda el afecto y comprensión que su madre no puede darle, la directora construye un relato íntimo y universal sobre la aceptación, el amor maternal y la lucha por la identidad personal en una sociedad llena de prejuicios y limitaciones económicas. Una escena clave en “Pelo Malo” ocurre cuando Marta, en un momento de desesperación y frustración, decide rapar el cabello de Junior como una forma drástica de “solucionar” su obsesión por alisarlo. Esta escena es particularmente impactante y significativa porque representa un punto de quiebre en la relación madre-hijo. Mientras Marta corta el cabello de Junior, la tensión es palpable; el acto se convierte en un símbolo de poder y control, pero también de la incapacidad de la madre para aceptar y comprender a su hijo. El momento está cargado de violencia emocional, aunque la acción sea aparentemente simple. La expresión de Junior, mezcla de resignación y dolor, contrasta con la determinación casi mecánica de su madre. Esta escena encapsula los temas centrales de la película: la lucha por la identidad personal, el conflicto entre el deseo de individualidad y las expectativas sociales, y el complejo vínculo entre madre e hijo cuando se ve desafiado por prejuicios y miedos sociales. El corte de cabello se convierte en una metáfora poderosa sobre cómo la sociedad intenta “corregir” lo que considera diferente o inaceptable.

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