El abrazo de la serpiente, es una película que explora las profundidades de las amazonas y la relación entre las culturas indígenas y la civilización occidental. Entre guerras y belleza natural, este filme aborda temas filosóficos, sociales y ecológicos. La película plantea una crítica a la colonización, la explotación de los recursos naturales y la pérdida del conocimiento ancestral.
Un ejemplo claro de esta supuesta pérdida de conocimientos ancestrales se evidencia en una escena clave en la que el grupo de viajeros (Karamakate, Manduca y Theo) llega a un asentamiento indígena para pasar la noche (27:49). Al día siguiente, Theo se da cuenta de que su brújula ha desaparecido. Supone que alguien de la tribu la ha tomado, lo que le provoca una gran indignación. Sin pruebas concretas, acusa a uno de los adolescentes indígenas que se ríe de la situación. Tras una breve discusión, descubren que quien tenía la brújula era el líder de la tribu. Theo se ve obligado a dejar el lugar sin recuperarla. Él justifica su reacción afirmando que “no puede dejar una brújula en ese lugar”, argumentando que “sus sistemas de orientación se basan en el viento y las estrellas, si aprenden a usar la brújula, ese conocimiento se perderá”. Esta actitud sugiere que el aprendizaje de algo nuevo es un privilegio reservado para ciertas personas, como si adquirir nuevos saberes fuera un derecho exclusivo del mundo occidental. Pero a su vez, esta actitud proteccionista de Theo nace tras una necesidad de ser la persona responsable de presevar esos valores.
Lo que la película parece señalar aquí es cómo la colonización no solo trajo consigo culturas e idiomas diferentes, sino también prejuicios arraigados. Theo ve como un “peligro” que los indígenas aprendan a usar la brújula, como si adquirir nuevos conocimientos supusiera una amenaza para ellos o implicara una pérdida inevitable de su identidad cultural. Esta mentalidad “proteccionista” de Theo refleja una perspectiva colonizadora en la que las personas occidentales se creen las únicas responsables de descubrir y controlar el conocimiento, estableciendo las reglas del juego y de cómo se debe interactuar con el mundo.
La película invita al espectador a reflexionar sobre la experiencia de la “otra persona” y a cuestionar la idea de que la verdad absoluta pertenece a un solo sector. El abrazo de la serpiente nos desafía a repensar los prejuicios que moldean nuestra percepción y comprensión del mundo, mostrándonos que el conocimiento no debe porque tener barreras ni dueños exclusivos.