El final de El Futuro Perfecto me dejó intrigada, ya que esperaba ver el destino de Beatriz. A pesar de que su madre le insiste en que aprender español es innecesario y quiere que trabaje en el negocio familiar, Beatriz se empeña en dominar el idioma. Después de ser despedida de su primer trabajo por no hablar suficiente español, no se rinde y consigue otro empleo, donde conoce a Vijay, con quien comienza a salir, aunque sabe que sus padres no lo aprobarían.
La película toca temas culturales, principalmente el reto lingüístico que enfrentan los inmigrantes como Beatriz. La cámara se centra en ella, reflejando su tristeza y curiosidad por este nuevo entorno, lo que nos permite conectar emocionalmente con su experiencia. La narrativa mantiene el interés, y al final vemos a Beatriz imaginando un futuro, superando las barreras del idioma y la cultura para elegir su propio destino.