“Pelo Malo” de Mariana Rondón habla de preguntas de identidad entre un niño, Junior, y su madre viuda. Rondón se concentra mucho en la mirada de Junior, reconociendo que impresionables son los niños. Muchas veces Junior se quede mirando a su mamá incluso cuando le dice que se para. En cierto modo, esto muestra cómo, independientemente de si su madre quiere o no, ella influirá mucho en él. Por ejemplo, inmediatamente después que la madre castiga a Junior tirando su chompa por la ventana, el hace exactamente lo mismo con su pez. La impresionabilidad de Junior plantea preguntas de identidad porque el está rodeado principalmente de mujeres: su madre, su abuela, y su amiga. Rondón crea distancia entre Junior y los hombres de su ambiente. Los hombres en este película actúan como objetos que siempre están jugando deportes, durmiendo con mujeres, o participando en actividades peligrosas en las calles. Por lo tanto, se siente una gran diferencia en la forma en que Rondón captura la mirada de Junior en ambos sexos. Esta confusión de identidad lleva a Junior a probarse ropa de ambos sexos y empezar a pensar que tiene pelo malo. Si bien esta es una perspectiva degradante sobre su propia pelo, muchas personas con pelo rizado se pueden identificar con él porque este tipo de pelo está subrepresentada en los medios populares.
En la película, el ambiente mismo actúa como su propia personaje. Rondón captura la grandeza en tamaño de los edificios de apartamentos y la congestión en las calles. Esto hace que todos los personajes se sientan infinitamente pequeños en comparacion. Yo interpreté esto como si dijera que sus problemas socioeconómicos son más grande que cualquiera puede solucionar. Por un lado este es un hecho deprimente, una perspectiva encarnada más por la madre de Junior. Por otro lado, esto es un hecho unificador porque todos están atrapados en la misma situación, lo que hace que relaciones como la que Junior tiene con la niña sean muy dulces.